El hombre más triste del mundo

Hoy no es día de mojar la pólvora. Es un día de esos en los que lo mejor hubiera sido no levantarse y no pensar. Dejar que el mundo siga cayendo por esta ladera interminable. Pero ya he descubierto que no sirve de nada. El mundo sigue cayendo, sigue dando vueltas, y a éste, al…

Hilo de seda

En el anverso de mi corazón llevo las ciudades que vivimos; las tardes de verano frente al mar y los inviernos con la nieve en la ventana. Llevo en esa parte las carreras por Madrid cogidos de la mano, tus letras en mi espalda, tu risa en mis oídos y esa manera que tienes de…

Vuelvo al inicio

Hoy he cerrado mi blog bastardo. Me quedo sólo con éste. Ésta es una entrada sin corazón. Simplemente para constatar y consignar que hoy mi corazón está muerto. En realidad, la fecha de defunción fue el jueves 13 por la noche, mirando al cielo. Quizá debiera morir. Era su hora. Lo dijo la cabeza. Volveremos.

Vientos de infinito

Hace dos días cerré este blog. No lo borré de puro milagro, porque estuve a una pulsación de hacerlo: aún no sé si hubiera sido lo correcto. El corazón me lo sigue pidiendo. El corazón me sigue pidiendo demasiadas cosas. Este blog, si buceas en su historia, comenzó en otro sitio, en 1997, cuando no…

La antesala del terror

Se acercan las fiestas de mi pueblo. Como no conocéis mucho de mi historia, éstas no son fechas nada agradables para mí. Por suerte, mis vacaciones se acaban y el trabajo vendrá a salvarme, con una dosis de esperanza justo en la hora más negra, al comienzo de todo. Se empieza a terminar un mes…

Un mundo raro

Termina una noche larga de verano, donde hoy ha vuelto a mí la música de Los Secretos. Me han sacado unos amigos de casa, como en otros tiempos, a un concierto de otros amigos, los Helios, donde han cantado la música de mi adolescencia, de mi juventud. Y así, como quien no quiere la cosa,…

Pienso demasiado

Tanto que contar, tantos momentos perdidos y tan pocas ganas ya de nada

El apagón

Es triste. Es muy triste tener que ocultar, por no cerrarlo, este blog, esta válvula de escape que me permitía lanzar botellas con mensajes al océano. Siempre había esperanza de que alguien las leyera. Ahora, arrojo mis botellas con mensaje al lago de la isla desierta. Quizá, dentro de dos años, pueda verter todas mis…

Casualidad

Tengo clase todas las tardes, y casi ningún día tengo tiempo de comer. Así que paso a base de capuchinos y café sin azúcar. En ese orden de cosas, ayer llegué a las máquinas de soporte vital (café, sándwiches y bebidas) con monedas de 1€ y 50 cts, pero la máquina pedía el precio exacto…