Busco paz

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Llegas a una edad en que te planteas toda tu vida. Revisas los errores, los aciertos, e intentas vivir en paz contigo mismo. No es sencillo.

Supongo que no es sencillo porque, con el tiempo, vamos llenando nuestra mochila con cargas, impuestas o elegidas, de la que luego nos cuesta desprendernos. «Demasiado peso en la mochila», decía la cita.

¿Tenemos derecho a empezar de cero? ¿Tenemos derecho a desembarazarnos de prejuicios, compromisos del pasado, y tartar de ser felices, tratar de vivir? Claro que sí.

Me pregunto cuán equivocado estoy. Si alguna vez he sido feliz y no me he dado cuenta, de tan obsesionado que estaba buscando una felicidad. Quizá he maltratado, despreciado a quien estaba a mi lado, por ser un inmaduro.

Quizá sea así. Como buen científico, mi deber es cuestionarlo todo. Pero tengo claro que no quiero acabar mi vida así, ni aquí ni en estas condiciones. Que tengo mi derecho, y mi obligación, a empezar de cero. Que lo voy a hacer.

Porque, si no lo hago, maldeciré toda mi vida como lo he hecho hasta ahora. Moriré amargado en un lugar que me asfixia, sin entender por qué no salí a los brazos de esa mujer de belleza y lealtad incomparables que me prometió la paz.

Voy a vivir. Sin quitar la vida a nadie, pero voy a vivir.