Dame un respiro

en

Ven y sálvame. Secuéstrame y hazme el amor, hazle el amor a mi cerebro, déjame descansar, sana mis heridas, hazme olvidar, aunque sea por un día. Hazme reír y olvidar a partes iguales. Miénteme, dime que todo irá bien, que no te vas a ir nunca, que todo esto acabará pronto.

Reís, llorar, beber, follar como si no hubiera mañana, como si el mundo hubiese dejado de existir y sólo (siempre con acento) existiéramos tú y yo, yo dejándome llevar, sin pensar, sin doler, sin esperanza de nada. Sólo el presente.

Pero tú dejaste de ser tú, quizá nunca lo fuiste, y no logro encontrarte dentro de mi cabeza, ni fuera en la jungla de mis días.

Aparece. Vuelve. Inyéctate en mi vena.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.