Un mundo raro

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Termina una noche larga de verano, donde hoy ha vuelto a mí la música de Los Secretos. Me han sacado unos amigos de casa, como en otros tiempos, a un concierto de otros amigos, los Helios, donde han cantado la música de mi adolescencia, de mi juventud.

Y así, como quien no quiere la cosa, ha ido cayendo el tiempo y el dolor y los recuerdos y los errores. Tampoco me sale la poesía que he llevado buscando durante toda la noche, pero son momentos de honda emoción para Buttercup, es un paseo por fantasmas del pasado hace tiempo olvidados.

Y mañana de nuevo a la trinchera, a buscar esperanza en la luz del día, a seguir tirando de manual para hundimientos generalizados, a confiar en el oficio cuando no sabes qué hacer.

Al final, cuando nos íbamos, arrancaba Lady Madrid, como todo buen presagio que se precie.

Esperando la luz del día para contar bajas y seguir adelante.

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