Estoy de vacaciones. Tras un año bastante terrible, con demasiados saltos por el mundo, demasiados roces con el coche, demasiados disparos en el fuselaje, llegan las vacaciones.
Uno llega cansado al oasis, y a veces cuesta fijarse en la belleza del paisaje. Uno prefiere la paz, el refugio, la leve indolencia.
No me apetecen esas vacaciones en las que todo el mundo debe salir a ver otros sitios, a comer fuera, a hacer fotos y decir que han salido; esa gente que necesita salir para desconectar. Yo, simplemente, necesito desconectar tanto de fuera como de dentro. Pero desconectar. Así que prefiero no salir a ver nada del mundo exterior. Prefiero la música, las series y las pelis que el resto del año no puedo ver, leer libros, pasear por el monte y descubrir los rincones humildes de esta pobre tierra, refugiarme en la historia, en amigos a los que descuido en meses laborables. Buscar la paz en lo cotidiano, en lo sencillo.
No quiero ver el mundo. Quiero vivir lo que no vivo cotidianamente, la sencillez del que nada espera.
Y, al menos, han bajado las preocupaciones al 50%, y voy a bajar un poco más todo. En fin, vaya peñazo sin sentido estoy contando aquí. Todo para justificar que no me voy de vacaciones.
Muchas veces menos es más, no es necesario salir de viaje para «estar de vacaciones». En mi caso prefiero el camping a estar en un hotel, cambiar las excursiones programadas por hacer lo que apetezca según el momento y compartir ratos con mi gente, no es preciso más.
Que las disfrutes.
Efectivamente. Y quizá he sido algo soberbio o engreído. Las vacaciones deben ser, creo yo, lo que uno no puede hacer el resto del año. Así que sí. Es lícito buscar cada uno lo que cree que necesita. Abrazo
Yo también he tenido un año extremadamente complicado, pero a mí viajar me da paz… es exactamente lo que me la da. Zambullirme en otras gentes, en otros paisajes, dejar que mi vida se mezcle con la de otros y, quizá, vivir otras vidas o redescubrir la mía. Viajar es mi manera de callar el ruido: dejar atrás mis rutinas, mis miedos y mis días repetidos, para caminar por calles nuevas y respirar a otro ritmo. Es mi forma de encontrarme, perdiéndome.
Cada uno tiene que buscar siempre el sitio y las personas que reconfortan. Y en mi caso, eso es muy difícil. Así que me refugio en aquello que me da paz, que suele ser lo pequeño. Nada que me robe serenidad, tiempo o ilusión. Pero todo el mundo debe buscar sus vacaciones, y valorar aquello que quiere. Muchas, mucha gente le gusta viajar, el equivocado debo ser yo. Esto plantea una entrada sobre el viajar 😁. Gracias, Moly. Abrazo
Eso es que estas en el sitio donde debes estar! Creo que para tener paz lo suyo es estar en el sitio adecuado, con la persona adecuada y en el momento adecuado. Disfruta! Un abrazo
No, no lo estoy. El lugar adecuado es siempre el que compartes con la persona adecuada. Gracias.
Eso es que estas en el sitio que debes estar! Creo que la paz se alcanza cuando estás con y quien y donde quieres. Un abrazo!
«Quiero vivir lo que no vivo cotidianamente, la sencillez del que nada espera». Qué bueno.👏👏👏👏
Gracias 🫂