Mucho que decir(te)

en

Demasiado que decir, que decirte. Demasiados ojos que preguntan por ti, por mí, demasiado poco tiempo para tantas ganas.

Quizá un día de estos vomite otra vez lo que llevo en mi corazón. Quizá. Pero que nadie venda la piel del oso, que he salido a hombros de peores plazas.