Olisqueando por la red encontré unas críticas excelentes de una serie, «Juego de Tronos», que emitían en Canal+. Estaban basadas en un superventas del mismo título, de George R.R. Martin, de 1996, que causa un furor similar a «El Señor de los Anillos». Y es que esta serie no deja de recordarme a la trilogía de ESDLA.

¿Por qué? Está ambientada en una más que increíble Edad Media que dura miles de años, con unos inviernos de 30 años desoladores y una imbricada, compleja y sutil tramas de intrigas aúlicas, intereses personales y pasiones y vicios  inconfesables que te va atrapando, que te hace descubrir la personalidad de cada personaje, su riqueza y personalidad. Todo un laberinto de filigrana. No os puedo contar nada de la trama, que sigue más o menos fiel a las novelas, pero hay giros y sorpresas que no te dejan indeferente.

Y luego está la épica. Esos hombres capaces de lo más grande y lo más ramplón, rastrero y cainita. Las escenas que te ponen la carne de gallina, los pelos de punta. Que te sacuden el corazón y el cerebro. Un trato «real» de la ficción, sin paños clientes ni panaceas milagrosas que te brindan el final feliz. Descarnado como la vida misma, épica como los sueños de la vigilia, onírica.

Y por último, la calidad técnica. Es una serie de HBO para ver en el cine. Unos planos cortos, y medios inimaginables en series para televisión. Unos decorados y caracterizaciones más que perfectos (rodada en Irlanda y Malta).

Buscad en la web. Y si os interesa, tengo grabados los 10 episodios en mkv’s de 3GB: calidad obscena. El que pide, recibe, y el que busca halla.