Llamaron a la puerta y abrí sin mirar, pensando que eras tú. Se coló la tristeza y se sentó en mi sillón, durmió en mi cama y se comió mis yogures. Te espero en mi puerta, por ver si me ayudas a echarla de mi casa, de mi vida, de mi corazón.
Mil millones de gracias
Genial.