Dispuesto a rendirme

en

Veo tus fotos en las redes, de esos lugares tan sobados, tan hollados, tan de tantos. Me apetece perderme en tus brazos, aburrirme por esas calles tan sin alma, ser uno más de esa masa pegajosa que se proclama mundo, uno más de la marabunta que se levanta a coger el metro para ir a trabajar mientras mira somnoliento su reflejo en la ventana, el traqueteo del metro, el frío de Madrid que tanto busco y que no encuentro.

Sigo en mi jaula. En mi mundo extenso y deshabitado, con pocos vecinos a los que disparo cuando asoman, con algo de suerte antes de que me disparen. Conocerse es odiarse, desconocerse es añorar conversación y cerveza y compañía.

Escucho a Paco Bello diciéndome que nadie sabe quién eres tú. Y es verdad que yo tampoco lo sé, no sé si eres luz o vendaval o historia o locura. Pero las locas como tú me vuelven cuerdo. Y yo sigo queriendo rendirme a tu mundo, con la esperanza de ponerlo del revés y encontrar otro camino que me lleve lejos, donde sólo tú y yo nos conozcamos, para poder odiarte como nunca he amado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.