Repito el vídeo de Paco Bello porque me siento un poco así.

Estas noches pasadas, sin ganas de escribir, terminé leyendo mis entradas de hace tiempo. Las primeras datan de 1997, aunque el blog sigue abierto de forma ininterrumpida desde 2004. Yo antes molaba

Por aquellos tiempos me interesaban otras cosas, me importaban otras cosas. Y tengo mi época en que contaba lo que me pasaba cada día con mi radio, con mi carrera de profesor universitario, con lo que pensaba del mundo. Hablaba de ética, de filosofía, de política. Todavía creía que esto podía cambiar, todavía me hacía arder.

Últimamente me da la impresión de que sólo hablo sobre mí, sobre mis pequeños problemas, sobre ella que no es nadie, que a veces fue una y otras veces fue otra, pero nunca fue nadie, nunca es quien debe ser.

Ahora ya no molo. Ahora cada vez deseo menos huir, luchar, despertarme contigo, porque no sé quién eres, porque no existes. Porque me he rendido y me conformo con esto; que no es malo sino más bien cómodo y acostumbrado y gris y chabacano. Pero ya no quiero nada; si mañana tocaras a mi puerta y me dijeras «vuelve», te miraría con pena, con pena al ver el deshecho en que me he convertido, y te diría «tarde».