Sigo intentando buscarte un hueco en mi vida, encontrar una razón para tenerte (o no tenerte, aún no encuentro la diferencia). Ahora mismo todo tiene el mismo sabor soso, insulso, anodino. Igual eres tú la sal.
Corro, leo, repaso los clásicos, oigo música, duerno para no ver a nada ni a nadie. Todavía no han aparecido las ganas de quererte, de comerme el mundo, de volver otra vez a primera línea del mundo. Sigue la mala baba del mundo, que me busca para meterme su puya en el costado, y me revuelvo como un animal herido, cansado ya de tolerar a un mundo y a unas gentes que no comprendo, con las que no comparto sus vicios, sus ideas, sus malas artes.
Lo más adecuado en estos casos es volver al principio. Moveremos fichas, moveremos piedras, moveremos conciencia, derramaremos sangre de necios, traidores y ladrones.
https://youtu.be/iME5kDeRRAo
Y si volver al principio nos devuelve al plano de las ideas, alejandonos de lo pragmático; si aun asi lo consideramos adecuado, no incurririamos, fatalmente, al mismo estado de abstracción que a condecorado aislos pasados?
Será aquel mundo fétido el que rechazamos; o serán nuestras inseguridades, que nos sienten outsiders antes del rechazo?
Esta claro que hay realidades que más que amorosas tienden a lo obscuro. Hay sufrimiento y discriminación, lo se, pero aislarnos nos quita a nosotros días de sociedad, pero ante todo le quita probabilidad a esa realidad de entendernos, de conocer un cambio.
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Con la virtualidad uno va perdiendo los modales. Agradezco anonimamente tu expresión, la creo sincera y pasional.