Tengo clase todas las tardes, y casi ningún día tengo tiempo de comer. Así que paso a base de capuchinos y café sin azúcar. En ese orden de cosas, ayer llegué a las máquinas de soporte vital (café, sándwiches y bebidas) con monedas de 1€ y 50 cts, pero la máquina pedía el precio exacto del café: 65 cts, ya que ésta no tenía cambio. Cabreado al no poder tomar café, me desespero y busco desesperadamente monedas. A veces me he tirado al suelo a buscar monedas que ha perdido la gente y no se ha molestado en recoger. Mi adicción al café es así. Meto los dedos en el cajetín de devoluciones de la máquina y me encuentro una moneda de 20 cts que me permite tomar café.
Hoy, vuelvo a la máquina con monedas de 1€ y 50 cts y, de nuevo, pide el cambio exacto. Sin poder tomar café o… Meto los dedos al cajetín de la máquina de café: vacío. En la máquina de bebidas encuentro 15 cts que me permiten tomar café.
¿Cuál es la probabilidad de dos días seguidos encontrar las monedas que me faltaban para tomar café, que yo no lleve cambio, que alguien se deje ahí las vueltas y luego llegue yo y las encuentre y sean suficientes para darme el café. Deben de ser pocas.
Las mismas de que al lanzar una bomba sobre Berlín se mate a un elefante. Parece razonable pensar que tiene que ser una probabilidad muy baja, yo diría cero. Pues bien, una de las primeras bombas que lanzaron los aliados sobre Berlín durante la segunda guerra mundial mató al único elefante del zoológico.
Supongo que la misma probabilidad de que tú y yo nos encontremos y nos enamoremos. Aunque siempre me puede caer una bomba encima. O una mala mujer 😉
Hace unos días leí en este foro un tema sobre curiosidades de la Segunda Guerra Mundial. Allí, en primerísimo lugar, estaba aquella de que la primera víctima de un bombardeo en berlín había sido el único elefante del Tiergarten. En otro tema, el compañero Larry debatía esta noticia mencionando el libro Historias Asombrosas de la Segunda Guerra Mundial de Jesús Hernández en el que mencionan a nueve elefantes, uno de los cuales, Siam, fue el único en sobrevivir a la guerra.
Pues bien, buscando información al respecto me encontré con un sitio web muy curioso, http://www.elephant.se , en el cual tienen una base de datos de la gran mayoría de los elefantes que han pasado por los zoológicos, parques y circos del mundo desde el siglo XIX a la fecha. Con la información recabada en este sitio puede concluirse que, en efecto, aquello del único elefante es un rumor sin fundamentos. Al estallar la guerra, en el hermoso edificio con forma de pagoda conocido como «la casa de los elefantes», el Zoológico de Berlín contaba con ocho paquidermos asiáticos y uno africano, a saber:
Taku II
Jenny II
Toni III
Birma
Indra
Aida
Wastl
Siam
Lindi (africano)
La noche del 22 de noviembre, una bomba aliada cayó sobre la casa de los elefantes y la hizo pedazos, matando a seis asiáticos y a Lindi, el africano. Wastl escapó de los restos de la casa y tuvieron que matarlo, cuanto más porque en el historial de Wastl ya pesaba una muerte humana, la del entrenador Hans Werner en 1938.
Sólo Siam sobrevivió a esa noche y sería el único elefante de Berlín hasta su muerte ocurrida en 1947 a causa de una enteritis. La capital germana no vería un paquidermo durante 3 años, hasta 1950 cuando Nehru, líder socialista de la India, regaló al zoológico un elefante de tres años que tuvo que vivir entre zebras hasta que se recontruyó la pagoda en 1955.