Saltar contenido

El francotirador ciego

Principio de conservación del odio

  • Inicio
  • Cuento
    • Érase una vez
    • Siempre pasa algo
    • Compás de espera
    • Consejo de Sabios
    • El monstruo del lago
    • Mundos en colisión
    • Wicked game
    • Vulnerant omnes, ultima necat
    • El mulo
    • Un extraño final de cuento
    • Epílogo de un cuento y prólogo de otro
    • 4 meñiques
    • Habemus fabula!
    • Sociedad indisoluble
    • Buscando un lugar
    • Un día triste
    • Misión en París
    • Operación en cubierta
    • Una cuestión de quiralidad
    • Siempre nos quedará París
    • Domingo: fin de una larga semana
    • Aullando toda la noche
    • Si quieres bailamos
    • El caso del calcetín
    • La Niña de los Peines
    • Una actuación memorable
    • El espectáculo debe continuar
    • Going home
    • Vuelta al reino
    • Parada y fonda
    • Y entonces…
  • Cosas
    • Fotos1
    • Fotos2
    • Música
    • Viajar
    • Gibbs’ Rules
  • Disculpa
    • Contacto
intenciones, llanto desconsolado, personal

Confesión

Publicada por mada en 28/09/2016

Condenado a no poder escribir lo que siento, lo que pienso ni nombrar a quien odio. Empiezo a entrar en la fase de muerte y destrucción, debo de estar mejor.

Relacionado

Navegación de entradas

Entrada anterior 20 años no es nada
Entrada siguiente The bitch is back

Buscar

En espisodios anteriores de «A contrapelo»…

Creado con WordPress | Tema: Dyad por WordPress.com.