Hasta la semana que viene

en

Hoy es viernes, y tengo pocas citas. Tan pocas que voy a comer en casa, ya que mi última reunión es en la salida de Valencia, y casi ya me vuelvo cuando acabe.

Que haya acabado lo urgente no significa que retorne la tranquilidad: hay una bolsa de trabajo pendiente importante, y pocas ganas de hacerlo. Pero la semana que viene tengo que empezar a asignar prioridades y a acabar con algunos, si no lo hago ellos acabarán conmigo.

Además, hoy, en conversaciones de calle, he transmitido mi decepción por estar en algunos sitios peleando, dos o tres años, y no haber conseguido cambiar anda. Considero que en el departamento sí hemos cambiado algo, a mejor, con aciertos y errores, pero la sensación general es que lo que se ha hecho ha sido bueno. En otras guerras que tengo por ahí nada ha cambiado, y es una espina que duele demasiado. Será por el rosario de conductores de autobuses.

Para acabar, debo dejar de pensar. Debo alejar de mí a cierta gente tóxica que me impide levantarme. Debo rendirme, dejar de soñar y resignarme a esta vida de manual.

Empezaré a escribir cuentos para insomnes.

Os echo de menos. Hasta el lunes.

casablanca[1]

Un comentario

  1. HADA dice:

    si cuentas cuentos para insomnes ……….cuenta conmigo como lectora………yo en mi trabajo intente hacer cambios,…….y me di cuenta que lo primero que tengo que cambiar es la mentalidad de algunos con los que trabajo……..dura tarea me espera.

    feliz finde,…Rafa

Los comentarios están cerrados.