Fin de semana

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Aunque los fines de semana no son nunca del todo míos, al menos tengo menos obligaciones «sociales». Necesito algo de vacaciones. Ahora, que estoy más anestesiado, lo llevo un poco mejor, pero sigue sin tener remedio este hundimiento generalizado, por demasiadas medidas y dosis de whisky de malta que tome.

Ahora que te he perdido de alguna manera, que te sueño sin que lo sepas, que no me sueñas, que he perdido tanta esperanza que estoy en números rojos, me limito a vagar como un fantasma por la vida, deseando volver a encontrar el hilo de la ilusión que desteja nuestra alfombra.

Buen fin de semana. Yo sigo intentando aprender a vivir. Echándote de menos, aunque tú no lo sepas. Aunque nadie tenga ni puta idea, nadie sepa de la misa la mitad.

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