Mis angelitas de la guarda no me dejan dar un mal, yo que había decidido que esto no vale la pena. Tengo infinitos trabajos en la universidad, mil retos preciosos que afrontar y que voy dejando languidecer por esta malhadada aventura en la que me he embarcado. Necesito tiempo y reorganizar las tropas. Pero no…

El título es más que nada para joder. Me voy pitando a clase, con esas crisis que a uno le asaltan justo 5 minutos antes de empezar. Quizá luego, con tranquilidad, os cuento algo. Sigo tonto feliz, sigo con la anestesia de no pensar, porque últimamente sólo quiero…

-No puedo hacer esto, Sam. -Lo sé, ha sido un error, no deberíamos ni haber llegado hasta aquí, pero estamos aquí, igual que en las grandes historias, señor Frodo, las que realmente importan, llenas de oscuridad y de constantes peligros, esas de las que no quieres saber el final, porque.. ¿Cómo van a acabar bien?…

A veces me siento como si esto fuera la guerra de Vietnam. La vida como una guerra, como el niño yuntero de Miguel Hernández. Ni un minuto de paz, ni um minuto de sosiego. Todo es una lucha continua, todo es acoso y resistencia y defensa y, a veces, hasta ataque. Responsabilidad, obligaciones, rutina amenazadora…

Viendo «Game change», por recomendación de una persona a la que estimo infinitamente. Dándome cuenta de lo que hago bien, lo que hago mal y lo que puedo aprender. A veces uno necesita sentarse y pensar, a veces uno necesita creer en sí mismo, más que creer en los demás. He llegado hasta aquí haciendo…

Apúntate al ejército. Conocerás la galaxia.

Empiezo mis vacaciones, que no mi tranquilidad o mi paz o mi sosiego. Buenos viajes a quienes os vais, huyendo del ruido o de la gente o del idioma. Cuidado con el verde. Yo intentaré contener la avalancha que se me viene encima, y buscar fuerzas en la flaqueza para que esto sea algo más…