Pasando pantallas

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Siendo niño asistí a la llegada de la primera (al menos eso creo) máquina de marcianitos a segorbe, que llegó al bar Valencia, era el Space Invaders y la partida costaba 25 ptas.

desde ese momento, entre mi generación apareció el concepto, entre otros, de pasarse la pantalla, de pasar de nivel. Ahí se me ha quedado, en mi inconsciencia colectiva 😉

En estos momentos tengo muchas veces la sensación de ir pasando pantallas, de ir quemando etapas. Es más: incluso a veces mi objetivo es llegar a la siguiente pantalla, aunque no me queden vidas. Sobrevivir. El objetivo es llegar vivo al siguiente día, al siguiente amanecer.

Sigue el vacío, siguen las frases resonando dentro mi vacua caja craneal, sigo añorando sueños y maldiciendo mis errores, mis decisiones. Sigo inmerso en esta terrible guerra que dura 20 años, cuando di mi último golpe de timón, cuando crucé por última vez la línea de sombra. Ahora, entre sirenas, bombardeos y el crepitar de las balas, sigo deseando sobrevivir a toda costa. Quizá no todos los días tenga la mirada de los mil metros, pero sin duda tengo la mente de los mil metros, el corazón de los mil metros.