Por fin he conseguido salir a correr. La perspectiva no es nada halagüeña, correr da tiempo de pensar, cómo no. Los datos son demasiado tozudos como para ignorarlos. Sigo viviendo en distinto plano, sigo bregando en la sentina, ea fontanería de la vida, ese desatascador que consigue que todo sigue rodando. Es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo.

Reordenando filas.