Algo me aleja de ti

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Demasiado tiempo para pensar. Viajes a Valencia en soledad, donde escribo mis mejores entradas, en la mente. Pero no llegan allí.

Poco queda a la vista de lo que fui, de lo que me arrastró hasta aquí. Aunque hasta aquí no me arrastraste tú sino yo. Sabía que toda esta aventura me alejaría de ti, de mi vida, de mis sueños. Estaba dispuesto a pagar ese precio, estaba dispuesto a perderte, porque quizá nunca fuiste mía.

Ahora me rodea la traición, las asechanzas. Murmuran d mí a mis espaldas, mientras creen que sus alabanzas acallan mis oídos, satisfacen mi ego. No estoy aquí por casualidad: veo, oigo, pienso. Horas de vuelo, días de tormentas, dolor y resolución. Mucha guerra, muchas derrotas y muchos caminos transitados a fuerza de acero y plomo. No es casualidad, nada es casualidad.

Ahora que me has dejado, ahora que me alejado de ti y he renunciado a mi vida para vivir esta pantomima vicaria, este remedo de existencia sin sentido, este mal sueño, esta buena pesadilla.

Ahora sigo solo, solo ante los malos que cargan con saña mientras apelo a la supervivencia, mientras pongo la mirada de los mil metros una y otra vez. Y ahora tú no vienes, ahora no tengo a nadie que me rescate. Harto de luchar por lo que no que no quiero, por quien no quiero. Hasta en esta guerra, mi guerra, soy mercenario.