Vientos de infinito

Hace dos días cerré este blog. No lo borré de puro milagro, porque estuve a una pulsación de hacerlo: aún no sé si hubiera sido lo correcto. El corazón me lo sigue pidiendo. El corazón me sigue pidiendo demasiadas cosas. Este blog, si buceas en su historia, comenzó en otro sitio, en 1997, cuando no…

Un océano de amor

Esta bitácora, este blog no deja de ser un río de una vida, la mía. Como un río, a veces es torrente, a veces río, a veces tempestuosa cascada. Como una vida. Y vierto al río mis penas, mis lágrimas, mi rabia, mi frustración y, cómo no, mi amor y desamor. Lo dije en una…

La antesala del terror

Se acercan las fiestas de mi pueblo. Como no conocéis mucho de mi historia, éstas no son fechas nada agradables para mí. Por suerte, mis vacaciones se acaban y el trabajo vendrá a salvarme, con una dosis de esperanza justo en la hora más negra, al comienzo de todo. Se empieza a terminar un mes…

Resumiendo

Y nada más que anotar en la bitácora de la desesperanza, salvo las típicas páginas de desolación.

Búscame

porque, ahora sí, estoy completamente perdido.

47,99

Cansado, Tan cansado que no tengo motivos para ti. Tdo pierde sentido cuando tu único objetivo es llegar a mañana. Y, aún así, pese a estar desfondado, desmotivado y con todos los sensores descalibrados, aún sigo dando el callo, dando la cara, moviendo la mano muerta para torcer el futuro. No sé si hay dos…

Pasando pantallas

Siendo niño asistí a la llegada de la primera (al menos eso creo) máquina de marcianitos a segorbe, que llegó al bar Valencia, era el Space Invaders y la partida costaba 25 ptas. desde ese momento, entre mi generación apareció el concepto, entre otros, de pasarse la pantalla, de pasar de nivel. Ahí se me…

En estos días inciertos

en que vivir es un arte. Con tiempo y espacio para coger perspectiva, esperando que se disipe el humo de las explosiones, cerrando heridas, sanando mente y alma. Hay momentos que marcan, que cambian situaciones. Tuve uno de los más importantes de mi vida en septiembre de 93, en el que acabé por ver las…

La última vida de un gato

La primera la perdí aprendiendo a vivir. Todavía guardo en mi memoria cicatrices, reglas y excepciones para ir tirando con las otras 6. Tendré que escribir algún día ese manual de supervivencia para hundimientos generalizados, escuchando mis canciones de amor para tiempos difíciles. La segunda se quedó hace tiempo en la terraza de un bar,…