La semana interminable se arrastra, y el fin de semana ha pasado como un suspiro, sin pena ni gloria. Espero ser tan duro como presumo, porque se me está echando todo encima y no queda nada que me sostenga, hasta perdí la esperanza de encontrarte al doblar una esquina o una llamada perdida en el teléfono que este fin de semana me ha quemado.
Como las esperanzas hemos topado Sr. Rafael………..
Un océano es mí esperanza……espejo…… ¿dónde mirar? y ahora sin cólera mis ojos
miran desde las aguas de ese océano y convocan a la llamada……..un mensaje …una llamada……..algo para despertar.
Buen lunes….y mejor martes.