Prisas

en
Ya te estoy imaginando, Marwan
Me gusta tu vestido,
porque debajo estás desnuda

Llegas a casa. Te quitas las zapatillas sin desatar los cordones: te puede el ansia.

Subes corriendo las escaleras para coger el móvil. Hay un mensaje. De ella. Lo lees con placer, casi con fruición.

Piensas. Llevas toda la tarde pensando en ella, toda la vida. Toda una vida desde los últimos seis meses.

Las palabras se agolpan en tu mente. La poesía, las frases antitanque, las canciones… Nada viene ahora, no sabes qué decir.

Tecleas nervioso: Te quiero

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