7 mujeres, 7 pecados: ternura

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Maldito bendito pecado. Que podía haber llamado consuelo, o paz. O amor. Que son, los tres, nombres de mujer. Así son las cosas.

Porque es el pecado de preterir (pedantería al canto: 1. tr. Hacer caso omiso de alguien o algo.) lo que tienes, de no hacer caso y de buscar la esperanza, el consuelo, la ternura, la paz y el amor en la aventura. Como el tiempo y la alegría, que se escapa y te deja inerme ante la vida, embate tras embate, sin motivos para no rendirte, para no reblar, para no ceder. Cuando todo está perdido y miras el pomo de tu espada, la culata de tu fusil, tu pluma, tus letras, a tu amante, y piensas que nada ya vale la pena salvo morir.

Es el pecado que malogra la rendición a la que me aboco todos los días, que pospongo sin convencimiento a fuerza de oficio y costumbre.

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