Hoy quería escribirte un poema, mas las musas salieron anoche y están borrachas, o algo peor, y yo... yo sigo caminando con la brújula estropeada.
Así que, en lugar de poemas, escribo panegíricos, anuncios por palabras, consignas para vendedores callejeros... Cualquier cosa que me mantenga caliente en este invierno de serie. La poesía nunca fue un modo de vida de alto standing.
Mientras tanto sueño. Sueño con multitudes aclamando versos asonantes, olimpiadas de rimas y sextetos y sesudos escritores declamando mis escritos.
Pero no. No sueño eso, para qué tratar de engañarte con ínfulas y delirios de grandeza de poetas mal paridos.
Lo que siempre soñé fue escribir un poema en tu espalda todas las noches.