En campaña

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Esta operación está, cómo iba a ser de otra manera, poniendo todo el universo en prevención. No estoy, apenas si soy, y marcho sobre Moscú con el invierno y el infierno, royéndome los calcañares, mordiendo la esperanza de quererte, de volver a quererte, de querer al alguien.

Marcho sobre Moscú a sangre y fuego, con lágrimas en el alma y sin corazón en la recámara.

Todo acabará el día 28, y entonces, bien haya triunfo o victoria, volveremos a los cuarteles de invierno, a buscar tus labios y tu vida lenitiva, acogedora, cñalida.

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