A veces uno se pierde

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A veces uno se pierde. No físicamente, en la selva, en la carretera, en los pasillos de un moderno edificio o en los Alpes alemanes en plena noche.

A veces uno lleva tiempo andando en la vida y de repente un día  levanta la cabeza y se da cuenta de que se ha perdido. Que todo aquello a lo que se asía, lo mantenía a flote, parece que ha perdido todo sentido y ahora es lastre, ancla. Que uno no sabe dónde está, qué quiere, a dónde va. Quién es quién y qué es qué. Perdido. Completamente perdido.

Sin saber dónde ir, qué hacer. Varado en Isla Tortuga a la espera de una señal.

Plural: 2 Comentarios Añadir valoración

  1. Roser dice:

    Precioso tema, la cadencia, el ritmo…lo que dice y lo que no dice. Me he emocionado leyendo esta entrada, no hay singularidad en la repetición del cada día, nos da miedo perdernos, sentir el vacío debajo de los pies, al notar que ha desaparecido la seguridad de lo que conocemos, refugio seguro para el caminante. Sin embargo, levantar la cabeza y no saber, desaprenderse a uno mismo es la promesa de los avatares que nos traerá la vida. Y es seguro, que los traerá.

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